viernes, 3 de agosto de 2007

Arquetipo y Vanguardia


Muchas veces se ha escuchado algún comentario similar al siguiente: "No hay nada nuevo por contar, ya está todo dicho". Ciertamente este tipo de comentarios choca contra el espiritu progresista y renovador de muchas personas (no solo jóvenes), que se animan a mirar un poco más allá de los horizontes de la realidad que vivimos. Es así como los artístas, principalmente, que buscan expresarse a través de nuevos lenguajes, se ven encasillados dentro de los arquetipos universales.

Me refiero con arquetipo al conjunto de experiencias del espíritu universal del hombre. Estas experiencias ocupan el inconsciente de toda la humanidad, inconsciente colectivo. Siguiendo este concepto, toda nueva creación humana estaría sumergida en el conjunto de todas estas experiencias, careciendo de elementos innovadores. A medida que el arte (literatura, teatro, cine, etc) se fue desarrollando, todos aquellos recursos tanto literarios como técnicos se fueron agotando progresivamente. Desde de mi punto de vista la creatividad se sujeta a las innovadoras formas de contar las historias ya contadas. Limitandome al caso del cine, las incursiones narrativas se apoyan en adelantos tecnológicos y científicos que aportaron y lo siguen haciendo, a mejorar la estetica de las nuevas obras.

Es dificil pensar en vanguardia en la actualidad que vivimos, tomando por vanguardia a un movimiento artístico, intelectual y cultural o un conjunto de personas precursoras y renovadoras en relación a la sociedad y tiempos en los que se desarrollan. Recuerdo una discusión con un profesor de Historia de los Medios en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. El me decía que la Nouvelle Vague no fue una vanguardia, sino que fue un movimiento vanguardista y sinceramente no entendia la diferencia. El hecho es el siguiente, el tomaba como vanguardia un movimiento que choca bruscamente con la sociedad, un movimiento donde la sociedad se veía afectada realmente. El ejemplo más claro lo dió al citar al Surrealismo y el famoso plano de la película "Un perro andaluz" de Buñuel donde un personaje corta con una navaja el ojo de otro personaje. Definitivamente esto causó real impacto en la sociedad y estuve realmente de acuerdo con el profesor en llamar al Surrealismo: vanguardia.

Si bien la Nouvelle Vague causó gran impacto por ir en contra de los conceptos convencionales de hacer cine, no adquiere el título de vanguardia, sino de movimiento vanguardista. Simplemente, en medio de la búsqueda por romper una estrucutura, salta algunos conceptos del plano de las convenciones.

Se puede decir que la posibilidad de llegar a establecer una vanguardia se ve dificultada, más allá de que el espíritu creativo de los artístas se mantenga latente.


Quiero aclarar que apuesto a este espíritu creativo, a la búsqueda de nuevos lenguajes y a la creación de una vanguardia más allá de las limitaciones expuestas.

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